Desde Bolívar

El momento en el que nos encontramos, nos exige pensar una vez más dónde estamos parados para entender de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Es importante que nos demos cuenta de dos cosas: la primera es que no elegimos un camino fácil y la segunda que no escogimos un objetivo pequeño. Prueba de ambas es que ya casi llevamos 3 meses de intensa lucha, y a pesar de sus altibajos, jamás nos detuvimos.

Venimos de un proceso de discusión interna que integró a todos los sectores de la comunidad educativa, donde la palabra “democratización” recorrió la boca y los oídos de todos los que estudiamos y trabajamos en este colegio. Hace unas semanas, torcimos el brazo de la burocracia de la Franja Morada, CTERA y APUBA en el CER, espacio que intentan copar. Esa burocracia es la que reaccionó y jugó para el Consejo Superior, desconociendo no sólo la voluntad de los claustros sino también la institucionalidad que dicen defender.

A pesar de todo, seguimos en pie de lucha para que el Superior reconozca las elecciones en el colegio y que voten absolutamente todos los estudiantes y laburantes. La semana pasada empezamos con la discusión sobre proyectos educativos y además empezamos a escuchar las opiniones de algunos docentes acerca de otras cuestiones que nos tienen que interesar, como puede ser el rol del estudiante en la educación.

A su vez, la lucha y la movilización no surgen de una buena voluntad o de nuestras intenciones. La lucha la da un movimiento que es el que construimos entre todos. Para construir el movimiento, es necesario que todos nosotros le pongamos el cuerpo a esto, que estemos día a día discutiendo y movilizándonos, haciendo también lo posible para que cada vez seamos más. Tenemos que estar unidos, llenar el claustro central y copar el Superior; esta pelea no podemos ganarla sólo desde las aulas. La manera de encarar esto es asumiendo un compromiso, que es la defensa de la educación pública y la pelea por su transformación. En definitiva, para conquistar ese colegio que queremos el día de mañana, tenemos que estar hoy y todos los días dando todo de nosotros. No tenemos que sentirnos agobiados por todo el esfuerzo que lleva haber tomado el camino de la lucha; tenemos que sentir que a través de cada acción, y solo a través de nuestro esfuerzo y entrega, podremos construir entre todos el colegio, la educación y el futuro que queremos.
            Este martes inundemos nuestro claustro central en asambleas y vayamos el miércoles a la mañana a coparles el Superior. Cueste lo que cueste, vamos a democratizar el colegio.

Es preciso que comprendamos que este colegio no va a hacerse solo. Como diría un profesor, “La democratización es la lucha por la democratización”. Es decir que es necesario luchar para conseguir la elección del rector y después seguir peleando una y mil veces más para poder conseguir ese colegio.

En Desde Bolívar, creemos que hay que seguir por este mismo camino, por la primera elección histórica de rector. Es preciso que podamos comprender qué encierra este proceso, que entendamos qué modelo de escuela queremos y qué educación queremos construir. Lo importante ahora es que podamos profundizar los debates que giran en torno a la misma y llenar de contenido esta elección. Hay que darse cuenta que de acá puede partir la construcción de un colegio público, popular, inclusivo, que forme estudiantes que observen y entiendan la realidad, pero de forma activa, criticándola y luchando para cambiarla y mejorarla: un colegio que fomente el espíritu crítico.