"No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante" -

Ernesto "Che" Guevara

martes, 27 de octubre de 2009

Balance de la toma

Si hacemos un análisis…


Lo primero que debemos plantearnos a la hora de sacar un balance de la toma, es entender qué es lo que estaba en juego: ¿por qué luchábamos? Está claro que la consigna de cabecera de nuestra toma fue “Ni faltas ni sanciones”. Un reclamo absolutamente válido y justo, pues estos castigos constituían un ataque a nuestra organización. Pero he aquí el verdadero contenido de todo esto: la defensa del centro de estudiantes, la posibilidad de seguir construyendo un movimiento de lucha. Tenemos que comprender, entonces, lo que implica la construcción de este movimiento. No se trata sólo de adoptar consignas justas y luchar por ellas; se trata también de que en cada lucha, en cada asamblea, sepamos llevar adelante una táctica inteligente, que no lleve el movimiento a la derrota y el desgaste, sino que por el contrario, nos asiente sobre nuestros triunfos y nos fortalezca para otras luchas. Tenemos que recoger las enseñanzas de esta toma para que en el futuro todos y cada uno de los pibes que participamos en las asambleas sepamos llevar nuestras futuras luchas del modo más inteligente.

Vayamos, entonces, al análisis concreto de lo que fue y sucedió en la toma.

En primer lugar, hay una cuestión que, si bien era evidente, pareció no considerarse a la hora de tomar las decisiones y es que esta toma estaba condicionada por los viajes de estudios. El tiempo era un factor determinante y no actuar en función de eso, era hacerle el juego a González Gass, cuya carta más fuerte siempre fue esa: esperar al viernes 9 de octubre. Aun con esta limitación, logramos presionar a González Gass, llamando a organismos de derechos humanos, con apariciones en los medios y por sobretodo, con la toma en sí.

Por otra parte, nos gustaría destacar otro factor para analizar la situación: la presión de los medios. Como todos sabemos, lo medios suelen agarrarse de la toma para criticar el movimiento de lucha de los estudiantes en general, con el discurso de ‘a la escuela sólo venimos a estudiar’. Y en particular en estos meses, los movimientos de lucha son criticados por todos lados, acusados de violentos, deslegitimados: los medios claman por mano dura y autoridad. Tenemos que saber distinguir, entonces, qué clase de presión pueden hacer los medios y hasta dónde nos puede servir. Si los medios de comunicación, en su gran mayoría, nunca apoyaron la toma del colegio, menos lo iban a hacer en este contexto. Por eso, creemos que fue un error que en algunas asambleas se plantease a los medios como factor que nos iba a poder ayudar, que iba a presionar a favor nuestro. En lugar de depositar esperanzas a los medios de comunicación, hay que tener presente cuál es la ideología a la que responden y estar listos para responder a sus ataques con la altura suficiente.

Después de días de lucha, González Gass se reunió finalmente con la Mesa Directiva la mañana del martes 6. Luego de una larga y tediosa discusión, se comprometió a ceder en parte de nuestros reclamos: nos garantizaría dos jornadas por año a cargo del CENBA estipuladas en el reglamento y la marcha del 16 de septiembre autorizada. También se comprometía a tratar otras reformas de este estilo en el consejo resolutivo, y a rever las sanciones en convivencia (respecto a esto, también declaró que nadie se quedaría libre por ellas, que llegado el caso de que pusieran en juego la regularidad de un alumno, se quitarían). Todo esto no fue un acuerdo, ni un acto de buena voluntad de las autoridades, fue producto de nuestra lucha, que obligó a González Gass a retroceder. Tuvimos, entonces, la posibilidad de salir victoriosos de una toma, sin desgastarnos: primero, porque aún tendríamos la posibilidad de volver a tomar medidas fuertes si lo que salía de los consejos no nos satisfacía; segundo, nos asegurábamos (a nosotros y a las próximas generaciones) varias libertades necesarias del CENBA, derechos (tanto las jornadas como marchar el 16) que González Gass nos ha negado sistemáticamente todos los años desde que asumió.

La asamblea rechazó esta propuesta, y se prefirió insistir en la propuesta de tener una mesa de diálogo. La razón por la que no apoyamos esta propuesta no fue porque nos pareciera mal que existiese dicho diálogo; el problema era que no era una solución en sí misma y que, por sobre todo, no era real: las autoridades ya se habían negado a ella y era evidente que a partir de ese momento, cada día nos encontraría más débiles para conseguirla. ¿Por qué? Porque con cada día que pasaba quedaba menos tiempo para que llegara el viernes, nuestro límite natural, y eso lo sabíamos tanto los estudiantes como González Gass. Efectivamente las autoridades se negaron, y el miércoles caímos en una nueva propuesta irrealizable: confiamos en que Zbar (consejero resolutivo, ex candidato a rector vinculado a la Franja Morada) nos daría quórum para que sesionara el consejo. Pero Zbar no está ni remotamente más cerca del movimiento estudiantil que la propia rectora, y no estaría dispuesto a dejar que el consejo sesionara con mayoría de estudiantes y graduados (es decir, sin los consejeros de González Gass). Como era de esperarse, la propuesta no fue más que un engaño, ya que Zbar no se presentó.

Finalmente, llegamos al jueves. Con una serie de máximas y mínimas, decidimos ir a la negociación con González Gass. Una vez en la reunión, se negó a darnos nada. Incumplió con su palabra y ni siquiera se mostró dispuesta a darnos las dos jornadas anuales o la marcha del 16 autorizada por reglamento. ¿Debe esto sorprendernos? Por supuesto que no. No había nada que obligara a González Gass a ceder: a nuestra toma le quedaba sólo un día. No sólo esto: mientras nuestra presión se había debilitado con el tiempo, el Rectorado de la UBA comenzaba a avanzar y amenazaba con expulsar a alumnos, eliminar las mesas de diciembre, continuar con el proceso judicial… El viernes, finalmente, debimos levantar la toma y marchamos al Rectorado, en repudio a las amenazas y demostrando que seguiríamos en pie al volver de los viajes. ¿Seguiríamos en pie al volver de los viajes? Depende de nosotros.

Y ahora… ¿Cómo seguimos?

Desde nuestra agrupación creemos que lo mejor que podemos hacer en esta situación es aprovechar el impacto que logramos con la toma e intentar imponer nuestras reivindicaciones en el Consejo Resolutivo.
Entendemos que el quiebre que provocó la toma en los docentes y la posición en la cual quedaron las autoridades es un arma de doble filo, puede beneficiarnos como al mismo tiempo puede perjudicarnos al máximo. Por eso, debemos manejarnos con cautela y no depositar demasiadas esperanzas en lo que el claustro docente pueda hacer por nosotros.
Consideramos que lo que suceda en las próximas sesiones puede ser trascendental en cuanto a los derechos del centro de estudiantes que podamos consolidar, y debemos afrontarla con todo el apoyo posible, externo e interno.

Una clave para sacar algo productivo y real del Consejo Resolutivo es el apoyo que podamos conseguir de los padres; entendemos que su manifestación concreta en favor de nuestros reclamos es una de las cartas más fuertes con la que contamos. Las autoridades han realizado reuniones de padres donde transmiten una visión de los hechos plagada de falacias y distorsiones. Es esencial entonces que los estudiantes creemos otra vía de comunicación con ellos, a través de nosotros mismos, que discutamos lo sucedido, y que los invitemos a participar y a manifestarse a favor de nuestros reclamos si así lo desean (por ejemplo, a través de un comunicado dirigido al Consejo Resolutivo o a las autoridades). Además de un grupo de padres que siempre nos apoyaron, muchos de los padres que se manifestaron en contra de la toma sostenían que la medida era cuestionable pero los reclamos justos; viendo que ya no estamos ocupando el colegio pero los reclamos siguen vigentes, podemos intentar conseguir su apoyo.

Ahora bien, ¿cuáles serán los temas que deben tratarse en el Consejo? Como venimos diciendo desde hace unas semanas, el detonante de la lucha fueron las faltas y las sanciones, pero esto fue sólo el detonante. A la hora de ampliar la mirada comprendimos que esto se trataba de algo muchísimo más que va por la conquista no sólo de la independencia de nuestro centro de estudiantes, sino por hacer efectivo nuestro derecho a manifestarnos. Los logros de esta lucha no deben ser solo inmediatos, sino que hemos planteado reivindicaciones para asegurarles a las generaciones posteriores la libertad de organizarse y movilizarse. Por eso, no sólo debemos buscar que se legitime el levantamiento de turno del 16/09, sino también que la autorización para marchar el 16 sea asegurada todos los años, que dispongamos de la posibilidad de hacer dos jornadas por año y que se reconozcan las autorizaciones de los padres para las marchas.

Volviendo a la pregunta, entonces: ¿seguimos en pie luego de los viajes? Tenemos que responder que sí. La toma fue desgastante, seguro, pero recordemos que nuestro objetivo es poder continuar luchando cada vez con más fuerza por la educación y contra los intereses que atentan contra ella. Tenemos que lograr la mayor cantidad de conquistas posible para que en el 2010 ni González Gass ni ningún rector pueda pasar por encima del CENBA.

Te invitamos a debatir y analizar lo sucedido y cómo seguir, en nuestro plenario el 7 de noviembre a las 15 horas. Si estas interesado acercate a nosotros o bien mandanos un mail a desdebolivar@gmail.com.

Desde Bolívar

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