"No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante" -

Ernesto "Che" Guevara

lunes, 5 de octubre de 2009

Cómo hacer posible la conquista de nuestros reclamos

Cómo hacer posible la conquista de nuestros reclamos

Compañeros, hemos llegado al sexto día de toma. Para quienes crean que el conflicto sólo se da por unas faltas y sanciones, como dicen los medios de comunicación, no se olviden de cuál es el problema: las autoridades tienen la voluntad política de frenar nuestra acción transformadora, y por eso utilizan como herramientas las ambigüedades del reglamento para imponer sanciones y trabas al centro de estudiantes. No caben dudas de que nuestra voluntad sigue firme, de que nuestro reclamo es justo.

Ahora hemos llegado a un punto de la lucha en el cual es necesario definir una estrategia, con la cual podamos administrar nuestra fuerza y lograr canalizar nuestras reivindicaciones. La toma es un sacrificio que estamos dispuestos a dar, pero sabemos que las autoridades juegan a extender el conflicto para agotarnos, y no podemos darles ese gusto. No nos olvidemos que el viernes que viene impone, por ser el inicio de la semana de octubre, un límite natural a esta medida. Por eso el tiempo es oro y no podemos permitir que esta toma termine en el desgaste. No podemos perder esta lucha: significaría perder el CENBA. Por eso ante todo es indispensable garantizar cuanto antes una instancia de negociación en la cual podamos plantear nuestros reclamos, que están siendo desoídos por las autoridades. Las autoridades están siendo cerradas e intransigentes: no quieren discutir qué es lo que queremos y a qué acuerdo se puede llegar, ni siquiera están dispuestas a montar un escenario para la resolución del conflicto.

Como nosotros verdaderamente defendemos la educación y no queremos seguir perdiendo más clases, debemos dar el ejemplo y ser nosotros quienes muestren la voluntad de alcanzar una instancia de diálogo para empezar a destrabar la cuestión. ¿Cuál es la vía por la cual es posible canalizar nuestras reivindicaciones? Parece inevitable que la resolución de este conflicto pase de una manera u otra por el Consejo Resolutivo. Esto es así porque las autoridades se han mostrado absolutamente negadas a una instancia de negociación directa entre las partes en conflicto (los estudiantes y ellas mismas) y se ha invocado a este espacio, a diferencia de años anteriores, como ámbito institucional para la intermediación entre distintos intereses y distintos claustros.

Además, no nos olvidemos que el Consejo de Escuela Resolutivo es producto de nuestra lucha. El Consejo es un elemento novedoso que se ha introducido este año, a partir de la lucha por la democratización. Es evidente que constituye un avance respecto a la unilateralidad absoluta e incuestionada con la que se tomaban las decisiones anteriormente, y por lo tanto en años futuros puede seguir avanzando. Por eso en este momento es importante sostener y fortalecer este Consejo en función de alcanzar la conquista de nuestro reclamo, a través de la presión que impone nuestra lucha. Sabemos de sus limitaciones, de su conformación antidemocrática y de sus atribuciones pobres. Es por eso que no debemos atarnos de pies y manos a lo que este consejo resuelva y debemos reemprender nuestras medidas más fuertes en caso de que muestre la misma línea de negar todo tipo de conciliación.

El Consejo ya ha actuado sobre vacíos legales en el reglamento. Puede volver a hacerlo y sabemos que reglamentariamente también tenemos razón, pero es fundamental la excepcionalidad del tema en conflicto. Se trata ni más ni menos del aniversario de “La noche de los lápices”. Ni la comunidad educativa ni la sociedad pueden negar que aquel que esgrime vericuetos legales para sancionar a estudiantes que marchan el 16 de septiembre es un monstruo.

Y efectivamente, si queremos montar este escenario para dar una chance de resolución del conflicto, debemos actuar con firmeza y buena voluntad para que se reúna el Consejo. Firmeza porque no podemos permitir que nuestra fuerza de acción estudiantil se diluya sin que podamos reaccionar ante las peores consecuencias que pueda plantear esta sesión. Buena voluntad porque sabemos que esta sesión sólo se podrá dar si cedemos ciertas condiciones.

Según lo discutido el viernes pasado, la exigencia principal de los consejeros docentes para que sesione el Consejo es el levantamiento de la toma. Si la condición es que nos quedemos unas horas fuera del Colegio para que exista una instancia de negociación, no importa; porque lo que importa no es si estamos sentados en el claustro central o haciendo actividades en la puerta, sino que estemos dispuestos a luchar y alzar nuestras banderas más alto si fuera necesario. Debe ser condición por parte nuestra, entonces, que se nos garantice una asamblea luego de la sesión del Consejo, donde ante las posibilidades planteadas o bien aplaudamos, o bien reemprendamos las medidas.

Lo que importa no es sostener la toma indefinidamente, sino tener el poder de decidir voluntariamente y en función de una estrategia cuándo levantarla y cuándo reiniciarla si fuera necesario. Levantar la toma no es el final de la lucha, ya que ésta es sólo una medida; lo que importa es sostener la lucha y la fuerza de movilización de diferentes maneras a fin de no estancarnos, resolver el conflicto y lograr lo que verdaderamente queremos: que se retiren las sanciones y que se regularice nuestro derecho a marchar. Pero además debemos lograr que este conflicto particular no se repita, que la lucha permita cosechar frutos para el día de mañana y así poder estar mejor parados en la pelea por la educación. Para ello, hay que trabajar sobre el reglamento y evitar que las arbitrariedades de las autoridades avancen en nuestra contra impunemente: si bien no podemos torcer su voluntad política, podemos limitar la expresión de esta voluntad en los hechos a través de un reglamento que sea producto de una construcción colectiva y que le dé legitimidad al centro de estudiantes y garantice sus derechos.


Nuestra propuesta:

Intentemos una vez más llevar el reclamo al Consejo Resolutivo, aun cuando esto signifique aceptar condiciones difíciles. Todo esto, siempre y cuando nos garanticen una asamblea posterior a la sesión del Consejo para analizar su decisión y nuestros pasos a seguir.

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