El viernes 26 de noviembre el Consejo Escolar Resolutivo del CNBA realizó (en sesión secreta según lo resuelto por el Consejo Superior de la UBA, Resolución 1504) una votación para la conformación de la terna de candidatos a rector del Colegio. Los seleccionados fueron Carlos González, Gustavo Zorzoli y Lucio Sánchez. No tiene carácter vinculante y, de acuerdo con la resolución ya citada, no fue consignada en el acta la cantidad de votos recibida por cada candidato. El Consejo Superior deberá designar al rector del Colegio a propuesta del Rector de la UBA, quien tendrá en cuenta la terna elevada por los establecimientos.
Ante esta situación, los graduados abajo firmantes:
1) Manifestamos ante todo nuestro rechazo a las condiciones en que se desarrolla el proceso de designación y a los mecanismos decretados unilateralmente por el Consejo Superior, aplicados con la obediencia de las autoridades por ellos mismos designadas, y con el silencio cómplice de diversos sectores.
Sostenemos que la elección debió realizarse de acuerdo a lo resuelto por el CER el día 3 de septiembre. El conflicto desatado en julio con la destitución de Virginia González Gass se destrabó únicamente al aprobarse dicha resolución, que reglamentó el proceso de designación del rector. Se llegó a dicha resolución tras 40 días de conflicto, en los que la UBA sostuvo su decisión unilateral incluso luego de reconocer que había sido una decisión desafortunada.
Allí se establecía la realización de una votación general en cada claustro, con ponderación del voto de cada claustro de acuerdo a la proporcionalidad de la composición actual del CER. Con el resultado de la elección, el CER lo elevaría indicando los votos recibidos por cada uno. Una carta abierta firmada por 140 docentes se expresó a favor de la realización de elecciones.
Sin embargo, el Consejo Superior rechazó el mecanismo aprobado por el propio organismo del CNBA y reglamentó un mecanismo oscurantista de elegir en sesión secreta y sin la exhibición del resultado los tres candidatos y de modo no vinculante.
2) Apoyamos la candidatura presentada por Carlos González y su equipo de gestión integrado por María Julia Carrillo, Alejandro Cristofori y María Inés González.
El proyecto educativo por ellos encabezado fue elaborado colectivamente por un grupo de docentes, con un espíritu abierto y democrático, con aportes de estudiantes, no docentes y graduados. Es el único proyecto que reivindica el proceso de democratización iniciado y encabezado por el claustro de estudiantes en los últimos años.
Fue el único espacio que anunció por anticipado su equipo de vice-rectores, mientras que los demás candidatos tienen al menos una vice-rectoría “vacante” habilitada para las negociaciones políticas.
Este espacio docente fue el único en pronunciarse abiertamente a favor de realizar las elecciones. El claustro de estudiantes decidió en sus asambleas participar del proceso realizando previamente elecciones por cuenta propia, en las que el proyecto encabezado por González recibió el 74% de los votos.
Consideramos que el proyecto expresa a un sector docente del Colegio ampliamente reconocido por su dedicación y su interés en mejorar la situación académica y pedagógica. Alejado de ese modelo de gestión político antes que pedagógico que prima actualmente en la Universidad, y que de una u otra forma (en representación de uno u otro sector) se expresa en las demás candidaturas y sus bases de sustentación.
En su labor como jefe de departamento de Biología, Carlos González organizó un sistema de clases preparatorias para aquellos alumnos libres que debían rendir la materia, con excelentes resultados. Creemos que este gesto de compromiso docente simboliza lo que esperamos de un rector para la situación actual. Compromiso con la resolución de los problemas académicos que el colegio atraviesa. Hacerse cargo de la dramática situación de cientos de alumnos que pierden la regularidad y trabajar activamente para aportar soluciones constructivas.
3)Vemos con preocupación la posible implementación de políticas de ajuste y flexibilización educativa dentro del Colegio.
El proyecto presentado por el Prof. Zorzoli postula la intención de relocalizar a los estudiantes del turno vespertino y de acotar la carga horaria de siete a seis horas diarias. También ha propuesto relegar a las disciplinas con gabinete a un lugar menor a contra-turno, desconociendo lo actuado por los docentes de estos espacios en todos estos años. Creemos que estas medidas sólo perjudicarán al Colegio y generarán fuerte rechazo en la comunidad educativa, tal como resultó en sucesivas asambleas docentes convocadas las últimas semanas.
4) La educación pública no puede ser para pocos.
Tampoco compartimos la visión de la que parte el proyecto de Lucio Sánchez. Una de sus principales es la reducción de la cantidad de faltas toleradas a los alumnos para hacer que estos "valoren la educación pública". A su vez, su propuesta es más un intento por retornar al paraíso perdido de la excelencia académica del "Colegio de la Patria" que una apuesta por que el la institución acorde a los tiempos que corren. No creemos que la educación de calidad sea sinónimo de elitismo ni que se deba caer en un Colegio endogámico para lograr identidad de pertenencia. Esas son algunas de nuestras discrepancias con el proyecto del Dr. Sánchez.
5) Reafirmamos la necesidad de profundizar el proceso de democratización iniciado en el Colegio y todavía pendiente en la UBA.
Independientemente del resultado de este proceso electoral, consideramos imprescindible discutir nuevamente el concepto de democratización para retomar el curso de acción. Ello implica en parte analizar las formas de cogobierno que se han conseguido. Nuevamente remarcamos la necesidad de discutir la ausencia del claustro no docente con voto. Pero entendemos que democratización no es un mero cambio de sistema de cogobierno, sino un modo cualitativamente distinto de funcionamiento institucional, con verdadera discusión democrática entre los actores, capaz de generar un clima institucional de construcción académica sólida. No podemos dejar pasar la ocasión sin recordar que la legitimidad del Consejo Superior está viciada por el hecho de que sólo el 20% de los docentes de la UBA están habilitados para participar en elecciones. Una Universidad que deja sin representación alguna en el cogobierno al 80% del claustro docente, no es una Universidad democrática, y debe ser rediscutida.
Ante esta situación, los graduados abajo firmantes:
1) Manifestamos ante todo nuestro rechazo a las condiciones en que se desarrolla el proceso de designación y a los mecanismos decretados unilateralmente por el Consejo Superior, aplicados con la obediencia de las autoridades por ellos mismos designadas, y con el silencio cómplice de diversos sectores.
Sostenemos que la elección debió realizarse de acuerdo a lo resuelto por el CER el día 3 de septiembre. El conflicto desatado en julio con la destitución de Virginia González Gass se destrabó únicamente al aprobarse dicha resolución, que reglamentó el proceso de designación del rector. Se llegó a dicha resolución tras 40 días de conflicto, en los que la UBA sostuvo su decisión unilateral incluso luego de reconocer que había sido una decisión desafortunada.
Allí se establecía la realización de una votación general en cada claustro, con ponderación del voto de cada claustro de acuerdo a la proporcionalidad de la composición actual del CER. Con el resultado de la elección, el CER lo elevaría indicando los votos recibidos por cada uno. Una carta abierta firmada por 140 docentes se expresó a favor de la realización de elecciones.
Sin embargo, el Consejo Superior rechazó el mecanismo aprobado por el propio organismo del CNBA y reglamentó un mecanismo oscurantista de elegir en sesión secreta y sin la exhibición del resultado los tres candidatos y de modo no vinculante.
2) Apoyamos la candidatura presentada por Carlos González y su equipo de gestión integrado por María Julia Carrillo, Alejandro Cristofori y María Inés González.
El proyecto educativo por ellos encabezado fue elaborado colectivamente por un grupo de docentes, con un espíritu abierto y democrático, con aportes de estudiantes, no docentes y graduados. Es el único proyecto que reivindica el proceso de democratización iniciado y encabezado por el claustro de estudiantes en los últimos años.
Fue el único espacio que anunció por anticipado su equipo de vice-rectores, mientras que los demás candidatos tienen al menos una vice-rectoría “vacante” habilitada para las negociaciones políticas.
Este espacio docente fue el único en pronunciarse abiertamente a favor de realizar las elecciones. El claustro de estudiantes decidió en sus asambleas participar del proceso realizando previamente elecciones por cuenta propia, en las que el proyecto encabezado por González recibió el 74% de los votos.
Consideramos que el proyecto expresa a un sector docente del Colegio ampliamente reconocido por su dedicación y su interés en mejorar la situación académica y pedagógica. Alejado de ese modelo de gestión político antes que pedagógico que prima actualmente en la Universidad, y que de una u otra forma (en representación de uno u otro sector) se expresa en las demás candidaturas y sus bases de sustentación.
En su labor como jefe de departamento de Biología, Carlos González organizó un sistema de clases preparatorias para aquellos alumnos libres que debían rendir la materia, con excelentes resultados. Creemos que este gesto de compromiso docente simboliza lo que esperamos de un rector para la situación actual. Compromiso con la resolución de los problemas académicos que el colegio atraviesa. Hacerse cargo de la dramática situación de cientos de alumnos que pierden la regularidad y trabajar activamente para aportar soluciones constructivas.
3)Vemos con preocupación la posible implementación de políticas de ajuste y flexibilización educativa dentro del Colegio.
El proyecto presentado por el Prof. Zorzoli postula la intención de relocalizar a los estudiantes del turno vespertino y de acotar la carga horaria de siete a seis horas diarias. También ha propuesto relegar a las disciplinas con gabinete a un lugar menor a contra-turno, desconociendo lo actuado por los docentes de estos espacios en todos estos años. Creemos que estas medidas sólo perjudicarán al Colegio y generarán fuerte rechazo en la comunidad educativa, tal como resultó en sucesivas asambleas docentes convocadas las últimas semanas.
4) La educación pública no puede ser para pocos.
Tampoco compartimos la visión de la que parte el proyecto de Lucio Sánchez. Una de sus principales es la reducción de la cantidad de faltas toleradas a los alumnos para hacer que estos "valoren la educación pública". A su vez, su propuesta es más un intento por retornar al paraíso perdido de la excelencia académica del "Colegio de la Patria" que una apuesta por que el la institución acorde a los tiempos que corren. No creemos que la educación de calidad sea sinónimo de elitismo ni que se deba caer en un Colegio endogámico para lograr identidad de pertenencia. Esas son algunas de nuestras discrepancias con el proyecto del Dr. Sánchez.
5) Reafirmamos la necesidad de profundizar el proceso de democratización iniciado en el Colegio y todavía pendiente en la UBA.
Independientemente del resultado de este proceso electoral, consideramos imprescindible discutir nuevamente el concepto de democratización para retomar el curso de acción. Ello implica en parte analizar las formas de cogobierno que se han conseguido. Nuevamente remarcamos la necesidad de discutir la ausencia del claustro no docente con voto. Pero entendemos que democratización no es un mero cambio de sistema de cogobierno, sino un modo cualitativamente distinto de funcionamiento institucional, con verdadera discusión democrática entre los actores, capaz de generar un clima institucional de construcción académica sólida. No podemos dejar pasar la ocasión sin recordar que la legitimidad del Consejo Superior está viciada por el hecho de que sólo el 20% de los docentes de la UBA están habilitados para participar en elecciones. Una Universidad que deja sin representación alguna en el cogobierno al 80% del claustro docente, no es una Universidad democrática, y debe ser rediscutida.
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