"No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante" -

Ernesto "Che" Guevara

miércoles, 16 de junio de 2010

Plataforma Convivencia 2010


Desde Bolívar. Plataforma Convivencia 2010

El jueves 24 y viernes 25, los estudiantes del Nacional tenemos elecciones de Consejos de Convivencia. Nos toca elegir tres compañeros por turno para que sean nuestra voz en dichos espacios. En esta plataforma nos explayamos acerca de los puntos que creemos más importantes para discutir el rol del Consejo de Convivencia hoy en día. Te invitamos a que la leas y que te acerques a nosotros a decirnos qué pensás, qué opinás, cuál es tu propuesta.

Los Consejos de Convivencia: ¿Qué son y de dónde vienen?

Esta pregunta, si bien para algunos tiene respuesta es conocida, no es trivial. Este consejo, en el cual participamos, ¿siempre ha existido tal cual lo vivimos hoy? ¿Cómo era nuestro colegio cuando todavía no había espacios en donde se trataran nuestros reclamos? Si observamos y valoramos nuestro pasado de lucha, podemos sacar bastantes enseñanzas. A continuación, una pequeña historia; si te interesa saber más sobre los consejos, podés encontrar una reseña más larga en nuestro blog (desde-bolivar.blogspot.com).

La historia de los consejos de convivencia comienza con la vuelta de la democracia en nuestro país. El por entonces rector, Horacio Sanguinetti, decidió formar los Consejos de Convivencia y el Consejo de Escuela Asesor con la participación en ambos del claustro docente y el estudiantil. El primero tenía como fin tratar las sanciones aplicadas a los alumnos y decidir acerca del futuro de los que se encontraban en situaciones “conflictivas” con el colegio. Al parecer esto abría amplios espacios para que en el CNBA hubiese respeto hacia la voz y el voto de los distintos claustros. Sin embargo, el rector jamás le dio carácter Resolutivo a estos consejos. Lo que dijesen quedaba supeditado a la decisión de las autoridades, por lo que se ignoraba la voz de los claustros expresada en estos consejos.

No había posibilidad de revisar amonestaciones o faltas, ni defenderse de las acusaciones de las autoridades, porque el rector no reunía nunca los consejos. Se llegó al colmo, incluso, de dejar libre a un compañero por haber padecido Hepatitis y que sus faltas no alcanzaran para cubrirlo, o de colocar más de 15 amonestaciones a un estudiante por no presentar el boletín a tiempo. Estas arbitrariedades e injusticias duraron hasta el año 2006. En este año, el CENBA realizó una fuerte lucha porque era imposible seguir estudiando en esas condiciones; “ninguno de nosotros tiene asegurado el futuro ni el aprendizaje en este colegio” o “somos pibes que vivimos en democracia y somos enseñados en un ambiente represor y arbitrario” eran las dos ideas más fuertes que se discutían en el seno del claustro estudiantil.

La bandera de los alumnos a partir de ese momento fue concreta: se exigía que los consejos de Convivencia y Asesor adquirieran un carácter resolutivo (entre otras consignas); la lucha llegó incluso a una toma de 5 días. Las autoridades no pudieron ignorar esta pelea llevada por los estudiantes y cedieron a todas las reivindicaciones exigidas. Gracias al esfuerzo constante de los estudiantes, podemos decir que en el 2006 se comenzó un proceso de democratización de los espacios del colegio: la comunidad educativa, y en particular el claustro estudiantil, comenzaron a exigir que se diera lugar a su voz en las decisiones del día a día del colegio.

Por eso es importante valorar la existencia de estos Consejos de Convivencia: porque son el fruto de nuestra lucha por la democratización. Pero de todos modos, 2006 fue sólo el inicio de un proceso que aún no se ha concretado, y hay que seguir peleando por Consejos de Convivencia y por un colegio más democráticos.


Cuatro años después, ¿qué papel cumplen hoy los Consejos de Convivencia?

Los Consejos de Convivencia son un espacio en el que todas las partes de la comunidad educativa del Colegio pueden resolver los distintos conflictos que surgen entre ellas; es el espacio para intentar solucionar desacuerdos entre los alumnos, los docentes (incluyendo profesores y preceptores) y las autoridades. Básicamente, en los consejos podemos tratar cualquier sanción que se nos aplique a los estudiantes (y docentes) y que consideremos injusta o excesiva, incluyendo tanto amonestaciones como faltas.

Sin embargo, a partir del año pasado, el Consejo de Convivencia adquirió un papel renovado en el gobierno del Colegio: cuando empezó a sesionar el Consejo Resolutivo, se empezó a pedir recomendaciones en cuanto a modificaciones en el reglamento. Si bien en este proceso el Consejo de Convivencia sólo puede recomendar y no tomar la decisión final, constituye una instancia de negociación importante que no podemos pasar por alto.

Tenemos que ver en este proceso un paso importante en el camino hacia la democratización en el hecho de que órganos de gobierno del colegio conformados por todos los claustros estén revisando las normas que rigen nuestra vida como estudiantes. En un año, es considerable lo que ya se avanzó en este sentido: se sacó una resolución que prohíbe a los profesores fumar en la sala de profesores, se les permitió a los estudiantes de la noche poder entrar al colegio después de las 19.30 para que tengan los mismos derechos y facilidades que sus compañeros en los otros turnos y se derogó la prohibición de usar bermudas y pantalones cortos para que los hombres no murieran de calor en el verano.

Este año, el CENBA tiene que encarar un proyecto por una renovación integral del reglamento. Hay mucho para cambiar y en la contratapa de esta plataforma te proponemos algunas de las propuestas que a nosotros nos gustaría impulsar.

Pero no sólo tenemos que concentrarnos en seguir introduciendo reformas. Creemos además que los consejeros de convivencia deben velar por que el reglamento en los hechos se cumpla. Hay, por ejemplo, un artículo que a lo largo de los años parece haber sido olvidado por las autoridades y que refiere a reemplazar sanciones por trabajos reparadores que rediman la falta del estudiante. De más está decir que esto no puede reemplazar a las amonestaciones por olvidarse un boletín, pero creemos que esto puede ser pedagógicamente muy positivo en algunos casos si se aplica.

Somos conscientes también de que muchas veces se producen situaciones de conflicto entre los docentes y los estudiantes en las aulas que pueden ser perjudicales para nosotros por más que no desemboquen en ningún tipo de sanción. Creemos que es necesario que el Consejo pueda ayudar en esta clase de situaciones: el Consejo de Convivencia tiene que ser un espacio en el que se pueda intervenir no sólo mediante los descargos de las sanciones.

Los Consejos de Convivencia: la senda de la democratización

Sin duda, es un gran paso hacia la democratización que los consejos que conseguimos en el 2006 estén discutiendo temas que hacen a la vida en el colegio, sus normas, sus planes de estudio, etc. Es un paso aún más grande que estos consejos hayan adquirido carácter resolutivo. Sin embargo, no podemos perder de vista que su conformación es marcadamente antidemocrática.

El Consejo de Convivencia está integrado por el vicerrector del turno, un representante del Departamento de Orientación, el regente (tres autoridades), tres consejeros docentes y tres consejeros estudiantiles. Normalmente los únicos que responden a nuestros reclamos son los consejeros estudiantiles.

El Consejo es, a su vez, un órgano de gobierno importante del colegio, pero que aún no adquirió el rol que debería tener en el proceso de democratización de participación que se está llevando a cabo: por el momento, responde únicamente a las autoridades y no a la comunidad educativa entera cuyos problemas trata.

Por ejemplo, cuando en el año pasado la rectora decidió sancionar a los alumnos del turno noche que fueron a la movilización del 16 de septiembre. Cuando se apeló al Consejo de Convivencia, para que tratara estas sanciones, a pesar de que gran parte de la comunidad educativa coincidía en que las sanciones no estaban bien aplicadas, se negó a anularlas.


¿Y, entonces, para qué se presentan a elecciones o van al consejo?

En Desde Bolívar nos presentamos a estas elecciones porque creemos que, si bien la conformación de estos consejos no nos favorece, son un órgano de lucha que no podemos desmerecer, y nos corresponde a nosotros como estudiantes darles el peso y valor que merecen: solo con un gran movimiento como respaldo podemos lograr que nuestra representación tenga verdadera fuerza, lograr que responda a nuestros intereses y lograr cambiarlos desde adentro.

Pero… ¿de qué hablamos cuando decimos “democratización”?

Democratización no es simplemente que exista un órgano de cogobierno en el cual estén contemplados todos los sectores de la comunidad educativa. La democratización empieza con la discusión real sobre las problemáticas que nos afectan día a día en el seno de los mismos. Democratizar es lograr que todos los que formamos parte de la comunidad educativa asumamos la tarea de discutir y tomar decisiones en conjunto para mejorar la educación en base a intereses propios, sin imposiciones de arriba.

Un colegio verdaderamente democratizado es aquél que brinda a cualquier interesado la posibilidad de estudiar. Un colegio verdaderamente democratizado es público e inclusivo. No se trata únicamente de democratizar las decisiones, sino los recursos que se nos brinda, y a los que todos tenemos el derecho a acceder.

¿Es el CNBA un colegio verdaderamente democrático e inclusivo? Basta con mirar, por ejemplo, el costo de entrar al mismo: por un lado, los chicos deben cubrir con academias privadas con cuotas altísimas los baches educativos de sus primaria; por otro, las guías del curso cuestan ochenta pesos cada una, y vienen acompañadas de altas cuotas de la cooperadora que los padres muchas veces se ven presionados a pagar.

¿Y una vez adentro? Kioscos cuyos precios son más caros por pertenecer a una concesionaria privada para que el colegio se autofinancie, clases de apoyo que rara vez funcionan bien que deben cubrirse con clases particulares… Ni hablar de aquellos que han perdido su regularidad e intentan reingresar: el colegio no les brinda ninguna contención e incluso pone trabas que dificultan su reingreso.

Un colegio verdaderamente democrático tiene que ser, indefectiblemente, un colegio popular, cuyos recursos – guías del ingreso, bibliografía, clases de apoyo, fotocopias, concesión de los kioscos, entre otros- estén a entera disposición de quienes lo construyen día a día. Éste es nuestro derecho.

Hay quienes se jactan constantemente de asistir a un colegio de elite, pero en realidad, nos toca construir un colegio de todos, no solo de los que lo puedan pagar.

Desde Bolívar te propone las siguientes reformas para introducir al reglamento este año:

que no sea necesario faltar más de cinco días para que te justifiquen las faltas por enfermedad: esto da por sentado que nadie puede enfermarse por menos de cinco días y termina provocando que muchos, si nos enfermamos por tres o cuatro días, tengamos que faltar días extra para que se nos justifiquen las faltas, perdiendo días de clase innecesariamente. Además, en la mayoría de los casos la recomendación de los médicos es hacer reposo por 48 o 72 horas, casos en los que las faltas no se justifican.
que se establezca un máximo de sanciones por cada infracción: el reglamento sólo dice que tienen que ser “proporcionales” a la infracción y todo queda sujeto a la arbitrariedad del regente.
que sean los estudiantes y el docente de cada aula los que autoricen a hacer pasadas, ya que son ellos y no el rector los que saben si el momento es o no adecuado para escuchar lo que sus compañeros tienen para decirles.
que la puerta no se nos cierre en la cara a las 7:30 y 12:30: cualquier estudiante que llegue en ese horario tiene que esperar diez minutos extra, retrasándolo aún más y haciéndolo perder innecesariamente tiempo de clase e interrumpir la clase ya empezada.
que se redacte una reglamentación para que los libres puedan entrar como oyentes a las clases, para que el colegio empiece a hacer algo por los compañeros que año tras año se quedan en el camino.
que se reemplace el artículo que dice que el rector podrá disponer lo pertinente en todos los casos no previstos: tenemos que continuar el camino para que las decisiones pasen cada vez más por los órganos democráticos de gobierno del Colegio.

Te invitamos a que te acerques a nosotros para traernos tus propuestos o decirnos que pensás. Buscanos en los recreos repartiendo volantes, en los claustros pintando carteles o en nuestras divisiones. También podés mandarnos un mail a desdebolivar@gmail.com haciéndonos un comentario o contándonos tus inquietudes. Queremos hablar con vos nuestras ideas para que seas parte de este cambio.
Para más información: desde-bolivar.blogspot.com
desdebolivar@gmail.com

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